viernes, 3 de abril de 2015

Yoga para el Embarazo

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 Normalmente las mujeres embarazadas tienen miedo a practicar posturas durante el embarazo. Pero el yoga es precisamente para animar a las mujeres y mostrarles que posturas pueden practicar sin ningún riesgo para asegurarse una mejor salud durante el embarazo y el parto, así como durante el periodo posterior al parto.


No sólo da elasticidad al cuerpo, también aumenta las posibilidades de un parto natural

La mujer debe conservar la elasticidad de su cuerpo durante el embarazo mediante el ejercicio, pues su agilidad le será de gran utilidad en el momento del parto.



Hay médicos que recomiendan a las futuras madres caminar o realizar ciertos movimientos diseñados para su estado, una técnica gratificante y efectiva en muchos sentidos es el yoga.

Es cierto que está íntimamente ligado con la meditación, pero también se trata de una disciplina que da mucha elasticidad al cuerpo, ayuda a relajar la mente y la mantiene tranquila, lo que puede ser de gran ayuda para una mujer embarazada.



La mujer embarazada logra con el yoga mayor agilidad muscular, además de que controla su respiración y adquiere tranquilidad sicofísica, todo lo cual le beneficiará en el momento de dar a luz.

Algunas futuras mamás sufren para encontrar nuevas posturas y otras se dan cuenta que deben mantenerse en movimiento, ya que no pueden estar mucho tiempo sin resentir los efectos del cansancio.

Algunas futuras madres sufren problemas como la hinchazón de pies y los kilos de más, que se dan en forma natural con la gestación, El bebé no crece repentinamente en el vientre, por lo que hay tiempo de acostumbrarse, pero en el principio es el momento en que el yoga llega a ser un gran aliado. Esto porque permite que la mujer se sienta más segura, ágil y tranquila. Después de días de dudas y ansiedad pensando sobre la salud de su futuro hijo que crece en ella, con estos ejercicios puede dormir con mayor facilidad o tener buena digestión, lo que mejora su humor.
Las embarazadas no sólo pueden disfrutar el tiempo dedicado a este método de relajación y ejercitación, sino de esos momentos en los que se puedan dejar a un lado las labores del hogar, trabajo, los compromisos o las obligaciones. Es un lapso relajante y divertido en el que se puede establecer un estrecho contacto con su bebé y entretenerse tranquilamente con él.

El yoga aumenta las posibilidades de un parto natural y una rápida recuperación. En su tipo terapéutico, fortalece la columna y mejora la circulación y la respiración.


Este método oriental te proporciona la confianza y seguridad a la madre en el alumbramiento y después de éste y contribuye a que tengan mayor estabilidad, ánimo y confianza y a que aprendan a manejar sus emociones, mantener la conciencia y el control sobre sus reacciones.


Normalmente las mujeres embarazadas tienen miedo a practicar asanas durante el embarazo. Pro esto es precisamente para animar a las mujeres a hacer yoga y mostrarles que asanas pueden practicar sin ningún riesgo para asegurarse una mejor salud durante el embarazo y el parto, así como durante el periodo posterior al parto.


Las asanas aquí mencionadas son fáciles de realizar. No son complicadas y en ningún caso peligrosas. Están diseñadas para mantener sana a la mujer embarazada de modo que pueda evitar los típicos síntomas del embarazo como el vomito, las nauseas matutinas, diarreas, hinchazón, dolores de cabeza... Los ejercicios de respiración están especialmente indicados para aliviar la fatiga, la tensión nerviosa, y eliminar toxinas, de modo que tanto física como mentalmente se mantengan lo mas sanas y felices posible. Las asanas también aseguran que el feto consiga el mayor espacio posible dentro de la madre, para facilitar los movimientos y el crecimiento en el periodo del embarazo. Asimismo estas han sido elegidas para facilitar el parto.


Ejecutando las asanas deberíamos tener en cuenta que los movimientos sena correctos y de una buena respiración. Los problemas individuales y de constitución varían de una persona a otra. Es imposible dar un programa específico que se adecue a la necesidad de todas las mujeres. Aquí exponemos un programa general para las mujeres con una salud normal. El practicante debe por tanto usar su propio criterio en la práctica del yoga.


Algunas personas puede que no sean capaces de seguir el programa completo, pero pueden seleccionar las asanas que les mantengan la salud mental y física y que aseguren un parto fácil. Si sienten bienestar después de practicarlas es un signo de que están trabajando correctamente. Si se sienten cansadas o exhaustas, o bien cometen algún error o trabajan por demás. Es un error esforzarse demasiado. Durante el embarazo se practican las mismas asanas que durante la vida normal, pero con algunas modificaciones.

Precauciones:


· No flexionar o estirar más allá de vuestra propia capacidad.
· Acortar la duración en la posición, para evitar fatigarse.
· No sentir ninguna dificultad o interrupción en tu respiración mientras que realizas las asanas. En cada posición mantener el vientre flojo y abierto para facilitar la respiración.
· En las asanas de flexión no debemos flexionar de manera que comprimamos al feto, Sino que deberíamos mantener la espina dorsal bien estirada y el pecho bien alto para que el feto pueda moverse con facilidad.
· No comprimir el útero mientras se realizan las asanas.
· Realizar las posiciones con confort y protegiendo la vida que llevamos dentro.
· Después de los tres primeros meses se deben practicar las asanas y ejercicios respiratorios que siguen a continuación.


Asanas:


Quizás el momento más delicado puede darse durante
“El primer trimestre”
El cambio hormonal es significativo. Las nauseas, molestias digestivas nos restan energías para abordar las posturas o asanas. Podemos sustituirlas o adaptarlas a una secuencia más pasiva o relajante. Durante este periodo inicial aceptamos estos cambios que nos llevaran a un estado más meditativo e interno. En la práctica de clase iniciamos con “Baddhakonasana” o postura del sastre sentado; esta asana nos conecta física y energéticamente con su correspondiente chakra situado en la región pélvica donde se siente el niño.


“El segundo trimestre”: Los ligamentos y los músculos están ahora más flexibles; además en general el estado y la energía suelen aumentar con lo cual se añaden posturas con ayuda de soportes como: sillas, mantas, cinturones, pelotas que van creando nuevos espacios dentro del cuerpo materno. En esta etapa, el cuerpo nos pide movimientos suaves, sobre todo para aliviar las tensiones tan frecuentes en la zona baja de la espalda. Es conveniente estirar suavemente las vértebras en torsiones y extensiones hacia delante y arriba.


En la practica de clase introducimos posturas sentadas, Ej.: “Upavistha Konasana”. Estas asanas facilitan un buen parto. Facilitan el paso de la orina, descargando la vejiga. La zona pélvica se mantiene extendida, dándole espacio al feto para moverse. La espina dorsal se fortalece.


“El tercer Trimestre”:
Momento en el cual la madre se va concentrando cada vez mas en su hijo, a nivel físico siguen produciéndose grandes cambios como en el caso de la articulación del pubis que se ablanda preparándose para el momento del parto. Es conveniente centralizar la practica en el “ejercicio de ponerse en cuclillas”, y a que es una postura, que abre la pelvis para el descenso del bebe. También es importante incorporar los ejercicios de relajación y respiración ya que fortalecen el cuerpo, mejoran la salud, y relajan los nervios de la madre. Aportan salud mental y felicidad y purifican la mente. En la practica de clase introducimos “ Sarasana”, que debería realizarse al menos dos veces al día (por la mañana y por la noche) seria conveniente practicarla lo mas a menudo posible cuando el cuerpo sienta la necesidad de descansar.


Espero que esta lectura anime a las lectoras a vivir mas armonizadas su embarazo a través de la práctica de yoga.


YOGA PARA EMBARAZADAS


Estar en la mejor forma física te ayudará a conservar la salud durante el embarazo y aumentará la posibilidad de un parto natural y activo, seguido de una rápida recuperación. En muchas sociedades primitivas, las mujeres viven en armonía con la naturaleza, y utilizan su cuerpo de maneras que estimulas la flexibilidad, la resistencia y la buena salud. Y con ello se preparan naturalmente para el parto y la maternidad. Muchas de nosotras, en cambio, necesitamos aprender cómo usar nuestro cuerpo de modo natural, y la clave para ello podemos encontrarla en la realización de los ejercicios adecuados. Durante nueve meses del embarazo, tu cuerpo va cambiando continuamente. Las secreciones hormonales relajan y reblandecen los ligamentos que sujetan las articulaciones, de modo que tu esqueleto se hace más flexible y capaz de dilatarse, lo que será necesario en el momento del parto. Hay también un aumento general de los fluidos corporales, y ellos tendrá como consecuencia que tu corazón deberá trabajar mucho más para permitir que el mayor volumen de sangre sea bombeando por todo el cuerpo, y para que no le falte el suministro a la placenta ni tampoco a tus órganos vitales. También tus riñones tendrán una sobrecarga de trabajo, puesto que deben filtrar y excretar productos de desecho no sólo tuyos, sino también de tu hijo. Además, tu digestión se hará más lenta a causa del reblandecimiento hormonal de los músculos del conducto digestivo. Con la práctica del yoga logras mayor flexibilidad y elasticidad en tu cuerpo, con la respiración profunda y consciente que se realiza en esta disciplina mejora todas tus funciones corporales vitales, como la circulación, eliminación de residuos y aumentará tu estado de salud y energía. Realizar de forma regular yoga evita el estrés, porque ayuda a descargar las tensiones crónicas y la ansiedad propia de es estado de embarazo, además fortalece la espina dorsal para que el cuerpo pueda acomodarse con facilidad a los cambios del embarazo. A Cuando llegue el maravilloso momento de dar a luz, te encontrarás preparada para emplear tu cuerpo. La práctica del yoga te calmará y te centrará, hará que crezca la conciencia que tienes del bebé, y te dará tranquilidad y paz interior


Precauciones:


· No flexionar o estirar más allá de vuestra propia capacidad.
· Acortar la duración en la posición, para evitar fatigarse.
· No sentir ninguna dificultad o interrupción en tu respiración mientras que realizas las asanas. En cada posición mantener el vientre flojo y abierto para facilitar la respiración.
· En las asanas de flexión no debemos flexionar de manera que comprimamos al feto, Sino que deberíamos mantener la espina dorsal bien estirada y el pecho bien alto para que el feto pueda moverse con facilidad.
· No comprimir el útero mientras se realizan las asanas.
· Realizar las posiciones con confort y protegiendo la vida que llevamos dentro.
· Después de los tres primeros meses se deben practicar las asanas y ejercicios respiratorios que siguen a continuación.






Yoga para embarazadas



No sólo da elasticidad al cuerpo, también aumenta las posibilidades de un parto natural

La mujer debe conservar la elasticidad de su cuerpo durante el embarazo mediante el ejercicio, pues su agilidad le será de gran utilidad en el momento del parto.

Hay médicos que recomiendan a las futuras madres caminar o realizar ciertos movimientos diseñados para su estado, una técnica gratificante y efectiva en muchos sentidos es el yoga.

Es cierto que está íntimamente ligado con la meditación, pero también se trata de una disciplina que da mucha elasticidad al cuerpo, ayuda a relajar la mente y la mantiene tranquila, lo que puede ser de gran ayuda para una mujer embarazada.

La mujer embarazada logra con el yoga mayor agilidad muscular, además de que controla su respiración y adquiere tranquilidad sicofísica, todo lo cual le beneficiará en el momento de dar a luz.

Algunas futuras mamás sufren para encontrar nuevas posturas y otras se dan cuenta que deben mantenerse en movimiento, ya que no pueden estar mucho tiempo sin resentir los efectos del cansancio.

Algunas futuras madres sufren problemas como la hinchazón de pies y los kilos de más, que se dan en forma natural con la gestación, El bebé no crece repentinamente en el vientre, por lo que hay tiempo de acostumbrarse, pero en el principio es el momento en que el yoga llega a ser un gran aliado. Esto porque permite que la mujer se sienta más segura, ágil y tranquila. Después de días de dudas y ansiedad pensando sobre la salud de su fututo hijo que crece en ella y un sinfín de cuestiones, con estos ejercicios puede dormir con mayor facilidad o tener buena digestión, lo que mejora su humor.

Las embarazadas no sólo pueden disfrutar el tiempo dedicado a este método de relajación y ejercitación, sino de esos momentos en los que se puedan dejar a un lado las labores del hogar, trabajo, los compromisos o las obligaciones. Es un lapso relajante y divertido en el que se puede establecer un estrecho contacto con su bebé y entretenerse tranquilamente con él.

El yoga aumenta las posibilidades de un parto natural y una rápida recuperación. En su tipo terapéutico, fortalece la columna y mejora la circulación y la respiración.

Los expertos en este método oriental dicen que la sensación de bienestar que proporciona da confianza y seguridad a la madre en el alumbramiento y después de éste y contribuye a que tengan mayor estabilidad, ánimo y confianza y a que aprendan a manejar sus emociones, mantener la conciencia y el control sobre sus reacciones.



CONCLUSIÓN


POR ESTO Y POR MUCHO MAS ES IMPORTANTE LA PRACTICA DEL YOGA PARA CONTRARRESTAR LO MALO DE LA VIDA COTIDIANA Y TENER UNA UNIÓN CON EL SER Y AUMENTAR SU ESPIRITUALIDAD.
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1 comentario:

  1. A mi personalmente me ha ayudado muchiso lastima q no estoy en Cartago para seguir mis clases.besos y abrazos a todos en Junio nos vemos

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